Biden firma orden ejecutiva para restringir solicitudes de asilo en la frontera sur.
El presidente Joe Biden firmará esta semana una orden ejecutiva para cerrar temporalmente la frontera sur de Estados Unidos a los solicitantes de asilo, marcando un giro político significativo en la política migratoria del país.
La nueva orden permitirá a las autoridades de inmigración deportar rápidamente a los migrantes que ingresen al país de manera ilegal sin procesar sus solicitudes de asilo. Esto aplicará cuando el número promedio diario de cruces fronterizos no autorizados supere los 2,500 durante un período de siete días.
Los migrantes que crucen la frontera entre los puntos de entrada oficiales durante la vigencia de la orden serán considerados «deportables de inmediato» y enfrentarán sanciones como una prohibición de cinco años para volver a ingresar a Estados Unidos.
Sin embargo, aquellos que expresen temor de persecución o tortura serán sometidos a una evaluación más estricta por parte de los oficiales de asilo antes de que se les permita buscar formas más limitadas de protección humanitaria.
La medida, que entrará en vigor de inmediato, se mantendrá vigente hasta dos semanas después de que el número diario de cruces fronterizos caiga por debajo de 1,500 durante una semana.
Biden justifica esta decisión invocando la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que le otorga al presidente la autoridad para suspender la entrada de ciertos migrantes si se considera «perjudicial» para los intereses nacionales.
La orden no afectará a los niños no acompañados, los migrantes con condiciones médicas graves ni aquellos que utilicen vías legales de ingreso, como el sistema CBP One.
Esta medida representa un giro significativo en la política migratoria demócrata, ya que Biden había criticado previamente las restricciones similares impuestas por su predecesor, Donald Trump. Sin embargo, la presión política y la realidad en la frontera sur lo han obligado a cambiar de postura.