Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, anunció ayer el cierre del canal de noticias Al Jazeera en Israel, al que acusó de incitación. Esta medida ha sido criticada por la emisora y condenada por la ONU y grupos de periodistas.

La policía registró y confiscó el equipo de Al Jazeera en Jerusalén, y la cadena fue eliminada de los principales proveedores de cable y satélite en Israel. A pesar de esto, su sitio web y enlaces de transmisión en línea siguieron activos, permitiendo que la cadena continuara operando en Gaza.
El ministro de Comunicaciones de Israel afirmó que esta medida pone fin a lo que considera la incitación de la cadena. Israel acusa a Al Jazeera de parcialidad y colaboración con Hamas, mientras que la cadena niega estas acusaciones.
Al Jazeera ha informado sobre el conflicto entre Israel y Hamas desde el inicio, incluyendo una cobertura continua en Gaza durante la ofensiva terrestre israelí. Netanyahu acusó a los reporteros de Al Jazeera de poner en peligro la seguridad de Israel y de incitar contra los soldados.
Al Jazeera denunció la represión de Israel hacia la prensa libre, reafirmando su compromiso con su código de ética y negando las acusaciones de violaciones de normas profesionales.