Un informe reciente reveló que al menos 562 notarios del país han contribuido a la creación de empresas que no tienen una estructura corporativa clara, lo que puede indicar la existencia de empresas fantasma.

Estas empresas, según la investigación, no tienen un beneficiario final determinado y pueden estar involucradas en actividades ilícitas como el lavado de dinero o la evasión fiscal.
La creación de empresas fantasmas es un problema común en México, donde los notarios públicos tienen un papel crucial en la creación de empresas anónimas. Sin embargo, su falta de transparencia y control puede hacer que estas empresas sean utilizadas para actividades fraudulentas.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha detectado que la mayoría de las empresas creadas por estos notarios y corredores públicos ofrecen servicios en sectores que propician el lavado de dinero, como la venta de hidrocarburos, casas de cambio, e instituciones bancarias.
Esto sugiere que estas empresas pueden estar involucradas en actividades ilícitas y que los notarios que las crean pueden estar beneficiándose de estas prácticas.
Además, se ha descubierto que algunos notarios han sido acusados de estar coludidos con gobiernos estatales, recibir patentes como favores políticos, participar en redes de despojo y abusar de sus relaciones públicas. Esto sugiere que la corrupción y la falta de ética pueden ser problemas profundamente arraigados en la profesión de notarios públicos en México.